PRÓTESIS DENTAL REMOVIBLE
Conocida antiguamente como dentadura postiza, la prótesis dental removible ayuda a sustituir estructuras dentarias, sobre todo, en ancianos. Las más frecuentes se usan para el maxilar superior, por eso, es más habitual verlas con una encía artificial de color rosáceo, capaz de amoldarse al paladar superior y evitar así roces u otras molestias.
La prótesis dental removible está fabricada con resinas y metales ligeros para favorecer la masticación y el habla del paciente. Normalmente, la prótesis removible cuenta con unos ganchos o estructuras de metal en ambos extremos y además, se fija a los dientes que aún se conservan para dar mayor estabilidad a la misma.
Su implantación (en casos de tipología removible) es sencilla: tras tomar un molde de la mandíbula del paciente, se fabrica dicha prótesis y el paciente vuelve a consulta para la primera prueba de la misma, donde se realizan los ajustes necesarios ya que, dentro de los distintos tipos de prótesis dentales existentes, el periodo de adaptación, mayor o menor, siempre es necesario.
Es necesario limpiarla al menos una vez al día, con el correspondiente cepillado, además de sumergirla en un líquido especial. Además, el paciente tiene que limpiar con especial atención las piezas dentales que conserva, pero también los huecos de las que faltan para que no se genere placa bacteriana en las encías y genere otros problemas derivados. Este tipo de prótesis debe adaptarse perfectamente a la anatomía bucal del paciente, ya que no puede moverse ni ejercer demasiada presión en ningún punto.