USOS DEL ÁCIDO HIALURÓNICO EN ODONTOLOGÍA
FAVORECE LA CICATRIZACIÓN
El ácido hialurónico favorece la cicatrización y ha demostrado ser muy útil como regenerador tisular, gracias a su poder antiinflamatorio, antibacteriano y antidematoso. Así, en las lesiones periodontales, este puede producir efectos beneficiosos sobre la regeneración tisular periodontal y tratamientos relacionados con las enfermedades periodontales.
Además, el ácido hialurónico puede ayudar a impedir que microorganismos y agentes irritantes entren en contacto con la superficie de la herida, por lo que de esta forma se disminuye también el riesgo de infección.
SOLUCIONA LA DISFUNCIÓN DE LA ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR
Asimismo, el ácido hialurónico tiene sus indicaciones en la inyección intraarticular en pacientes con trastornos temporomandibulares, resultando una opción terapéutica muy adecuada para estos. Este tipo de trastornos afectan al aparato masticatorio y reducen la calidad de vida de los pacientes.
La aplicación intraarticular de ácido hialurónico en pacientes con disfunción temporomandibular mejora la función de la mandíbula y disminuye asimismo el dolor gracias a sus propiedades metabólicas. Su acción mecánica se basa en la lubricación y reducción del desgaste articular, así como la prevención de adhesiones y la reducción de la fricción en el espacio intraarticular.
REGENERA LA MUCOSA BUCAL
La aplicación de ácido hialurónico en pacientes con algún tipo de disfunción en la articulación temporomandibular ayuda también a favorecer la regeneración tisular de encías y mucosa bucal.
Cabe decir que el ácido hialurónico está presente de forma natural en nuestro organismo y, especialmente, en la mucosa dental y en las encías. Es por esto que en odontología se utiliza en muchos casos para proteger y favorecer la reparación de la mucosa bucal.
ÁCIDO HIALURÓNICO Y ESTÉTICA EN ODONTOLOGÍA
El ácido hialurónico puede ser empleado como tratamiento estético también en odontología. Por ejemplo, en estética bucal, este podría servir para rellenar las papilas interdentales, ocultando los triángulos negros que muchas veces se aprecian entre los dientes.
Además, en estética perioral, esta sustancia se emplea para el relleno de los surcos nasogeniano y mentoniano, para aumentar el volumen del bermellón del labio y de las arrugas peribucales.
De la misma manera, en ortodoncia se puede emplear el uso del ácido hialurónico en casos en los que no se logra obtener un cierre adecuado de labios.